“Aprender a escucharnos…un camino a nuestro lugar seguro”

Cuando hablamos de autocuidado, estamos hablando de algo más profundo que solo acciones. No es como una recompensa por un día difícil o por trabajar mucho. Es darnos un espacio para entender quiénes somos y darnos permiso para escucharnos ¿te suena?

¿Pero qué significa “escucharnos”? porque escuchar nuestras quejas, nuestros relatos autodestructivos, escuchar nuestra parte egoísta que quiere todo y demanda a los demás que cumplan sus expectativas, es escuchar una parte que no nos impulsa a un cambio, sino todo lo contrario.

Pero no me refiero a eso, me refiero a simplemente parar, y partir por escuchar el cuerpo, nuestra respiración, nuestro estado anímico. De alguna forma recorrernos observando sin juicios lo que está pasando tal cual y sin cambiar nada en nosotras mismas.

Siento que el camino hacia el autocuidado es ir abriéndonos paso a paso poquito a poco hacia el amor propio, sin esperar a una fecha especial o justificación alguna.

Tampoco es ponerse a experimentar mil técnicas para sentirse bien, arrancando de lo que verdaderamente nos ocurre y terminar auto exigiéndonos, tratando de ser otra, una expectativa impuesta por el exterior. Porque finalmente eso nos aleja de nosotras mismas y además nos hacemos daño, porque no nos aceptamos tal cual somos.

Vivimos cumpliendo expectativas impuestas por los modelos sociales emergentes y también los modelos que escuchamos desde nuestra infancia.

Por ejemplo;

¿Alguna vez te has sentido mal por no hacer algo, como si te invadiera la culpa?

Es como si nos enseñaron a sentirnos inútiles o flojas si paramos, pero en realidad, y el camino hacia el autocuidado significa entender que nuestra valía no depende de lo que hacemos sino de lo que somos.

Y me parece que esta idea de merecimiento está justificada cuando “sufrimos o trabajamos duro” lo escucho en muchas mujeres. Pero ¿sabes? podemos decidir parar, detenernos y escuchar a la persona más importante de tu vida…me imagino que sospechas quién es.

Nuestra sociedad está tan enfocada en lo que producimos que a veces olvidamos lo valiosos que somos simplemente siendo quienes somos. Y al empezar a darnos tiempo a nosotras, o espacios que necesitamos parar, nos topamos con sentimientos como culpa, miedo o ansiedad, ¿te ha pasado? Pero lo importante es aprender que descansar y entender que no es egoísta, es vital para sentirnos bien.

¿Te has preguntado alguna vez cómo nos afecta ese ritmo de vida que la sociedad nos impone?

A mí me parece que a veces nos absorbe tanto que nos olvidamos de lo importante que es escucharnos. Y claro, la sociedad tiende a glorificar el estrés y la ansiedad, como si fueran medallas de éxito. Pero el autocuidado nos enseña que eso no es saludable ¿verdad? Que nuestra felicidad no viene de afuera, sino de nuestro propio bienestar interno, es soltar expectativas y reencontrarnos con lo más simple que vive en nuestro corazón.

Hoy el ritmo de vida es muy diferente a como lo vivieron nuestros abuelos, incluso nuestras madres. Como dice el filósofo surcoreano Byung-Chul Han "Hoy en día, uno se explota a sí mismo. Ya no es el otro el que nos explota, sino que nosotros mismos nos explotamos. Nos convertimos en explotadores y explotados en uno". Lo sorprendente de este fenómeno es que no nos damos cuenta y quizás por eso hoy es tan importante detenernos y llevar el foco hacia el momento presente, tomando consciencia de todo lo que está ocurriendo en ese instante en nosotras mismas.

Por eso creo que es un cambio de enfoque ¿no crees? En lugar de mirar hacia fuera para medir éxito o felicidad, el autocuidado nos lleva a mirar hacia dentro, a escuchar las necesidades y darles espacio con mucho respeto y sin culpa.

Nuestro cuerpo y nuestras emociones son un faro que nos envían señales todo el tiempo, por lo que aprender a escucharlas es una herramienta muy importante para comenzar atendernos.

Otro punto importante. Para comenzar a atendernos, primero debemos sentirnos seguras. Creando un espacio seguro para nosotras mismas o buscar apoyo si lo necesitamos.

¿Te has pasado a veces que te sientes atrapada en un patrón y crees que no hay salida?

A mi también, yo creo que es el ciclo de la vida y momentos de atravesar desafíos que nos hacen crecer como personas. Y como siempre todo cambia, que cambiemos no es extraño, está bien cambiar de opinión y ajustar lo que hacemos según lo que necesitemos en ese momento.

Creo que es clave recordar que no hay una sola forma correcta de hacerlo. Cada una de nosotras tiene su camino en encontrar la forma más adecuada para ella de acercarse y atenderse a una misma. Ya aprendiendo a elegir puede ser una forma muy poderosa de cuidarnos.

Nuestro cuerpo tiene un lenguaje propio, ¿no crees? Escucharlo, entenderlo, aceptarlo, acogerlo es parte de ese autocuidado físico que nos beneficia y calma. El autocuidado es redescubrir lo que necesitamos y queremos y aprender a hablar ese lenguaje del cuerpo es clave para conectarnos con eso ¿Qué piensas tú?

Si quieres profundizar más en estos temas, te invito a unirte al Taller de Autocuidado este viernes 17 de noviembre a las 19:30. Será una oportunidad increíble para comenzar tu propio viaje hacia el amor propio.

En este taller, exploraremos juntas cómo el autocuidado va más allá de las acciones diarias. Profundizaremos en la relación con nosotras mismas, aprenderemos a escuchar y comprender nuestras necesidades individuales y a desafiar esas creencias arraigadas que nos limitan conectarnos con nosotras mismas.

Es un espacio seguro y cuidado para que te sientas en confianza para que puedas explorarte y comprenderte mejor.

¿Te animas a ser parte de este taller de autocuidado? Si estás interesada presiona aquí Taller Autocuidado para más información o escríbeme directamente será un placer escucharte.

¡Espero que puedas sumarte a esta experiencia!

Nancy Vera

Con formación en Trabajo Social, diplomada en Mindfulness y gestión emocional por el Instituto de Psicología Positiva y la Universidad de LASALLE (Madrid), diplomada en trastornos relacionados a las adicciones, monitora de habilidades parentales

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